La agenda de Graciela Iturraspe en la Sexta arrancó el domingo. Ni bien se bajó del avión, se subió a un auto y recorrimos 300 kilómetros hasta Patagones, donde nos esperaba un grupo de gente que nos dejó maravillados por su tarea. Desde la nada, sin ningún apoyo oficial, construyeron en Villa Lynch un gran salón, donde funciona la Sociedad de Fomento, la Biblioteca Popular, talleres de capacitación, cursos de toda clase. La compañera Patricia, de la comunidad mapuche, e incansable trabajadora de ATE, nos explicó con toda la calma ancestral que les da la sufrida historia de su pueblo, cómo luchan para combatir el flagelo de la droga en el barrio: los chicos se entusiasman con el trabajo de las murgas, dejan la calle, se comprometen, participan. Graciela las escuchaba, y una sonrisa le iba iluminando la cara. Cuando fue su turno de hablar, el estímulo, la admiración por el coraje fueron las consignas:
Venimos militando desde toda la vida con el compromiso de cambiar lo que es injusto.
Las mujeres seguimos protagonizando espacios: la casa, los chicos, el trabajo, la tarea social en nuestra comunidad…
Nosotros no somos parte del sindicalismo empresarial. Vivimos como viven nuestros representados, ni más ni menos.
Nos interesa especialmente el tema de los Pueblos Originarios. Estamos recorriendo todo el país para ver qué leyes podemos presentar para que las cosas mejoren.
Mi diputación está al servicio de esos proyectos. A veces sentimos que estamos lejos de los proyectos concretos, por eso necesitamos más diputados provinciales, más concejales, que están más cerca del día a día de la gente.
Hay que construir una fuerza nueva, con vocación de unidad.
Creemos que no sólo hay que cambiar a los representantes, sino también a los representados. Tenemos que “empoderarnos”, asumir el poder, controlar y nutrir a nuestros funcionarios.
El viaje de regreso se nos hizo corto, comentando lo que habíamos visto y vivido en ese ratito, el ejemplo, la constancia, la lucha…
El lunes 11 era un día particular para Bahía Blanca. Se celebraba un nuevo aniversario de su fundación, y se esperaba la presencia del Gobernador Scioli en el acto que se desarrollaría frente a la Municipalidad. Al mismo tiempo, los compañeros judiciales se manifestaban frente al Palacio de Tribunales. Graciela sumó su presencia y su aliento a la movilización de los judiciales, que reclaman por una equiparación digna de salarios con los magistrados, y mejores condiciones para todos. Marchamos con ellos hasta el lugar del acto, y “molestamos” un poquito con nuestra insistencia y cánticos. Éramos más los que protestábamos que los que participaban solemnes y aburridos, de un acto más del oficialismo, cartón pintado y simples limosnas. Obviamente, los medios se acercaron y Graciela tuvo la oportunidad de hacer conocer el apoyo incondicional a los compañeros en lucha. Lucha que es la de todos, sin duda.
De allí nos fuimos a Punta Alta, donde nos esperaban en la sede conjunta de ATE-CTA para una charla con los medios y los compañeros. Antes de eso, pudimos recorrer la Base Naval de Puerto Belgrano, un mundo aparte que realmente sorprende por su infraestructura y capacidad operativa.
Extracto de la charla:
Hay que discutir el presupuesto de Defensa para poner de pie nuestras industrias señeras: astilleros, ferrocarriles.
Tenemos que lograr la reactivación del mercado interno. Es una discusión interna que no se toma.
El Estado es el primer dador de trabajo en negro, el precarizador por excelencia.
Hace 20 años no se pensaba en un trabajador que no estuviera en blanco. La identidad tenía que ver con el oficio, con el trabajo: estaba la familia bancaria, la ferroviaria. Hoy nuestros jóvenes no tienen siquiera la oportunidad de un primer empleo.
Somos un espacio opositor y minoritario. Pero nuestros 11 diputados del Interbloque presentaron en 2010 el 15% del total de proyectos, sobre 257 diputados.
Nuestra preocupación siguen siendo los chicos, desde la discusión de la verdadera universalidad de la asignación, y los mayores, a través de una verdadera reforma previsional.
Se defiende lo que se conoce. Por eso es fundamental la tarea de los compañeros.
Graciela entregó una gigantesca olla, recipiente de futuros pucheros y guisos para el Comedor Comunitario, a una mamá que nos conmovió con sus simples palabras: “Hago lo que me gusta, cocinar y ayudar a los demás”
Después de un riquísimo cordero que nos ofrecieron los compañeros, volvimos a Bahía Blanca, donde nos esperaban los queridos jubilados, que junto con otros muchos militantes partidarios, querían escuchar la palabra de la incansable Graciela:
La nueva ley previsional que pedimos plantea una reforma estructural: un Instituto de Seguridad Social con un directorio, con auditorías. Terminar con el índice de actualización de los salarios actual, que habla de “elegir de entre dos fórmulas, la menor” en lugar de actualizar de acuerdo con los activos. Además, somos la única propuesta que detalla el financiamiento, con lo cual derribamos la habitual réplica: “¿y con qué plata?”
Los medios sólo escuchan a los grandes personajes, con lo cual los que luchamos el día a día de los proyectos, nos quedamos sin voz.
Estamos tejiendo consenso con otras fuerzas para armar una Comisión Bicameral que trate, en el término de 365 días, la reforma integral previsional.
Como era de esperar, los compañeros volcaron sus inquietudes, que Graciela contestó con claridad y detalle.
Por fin, se cerró la agenda con el inevitable y bienvenido asado, que fue el espacio de distensión, de fotos, de ponerse al día con lo familiar, lo personal, de festejar este celebrado encuentro entre nosotros, los de la Sexta, y nuestros referentes.
Pero seguimos queriendo más, eh.
